lugar de recibimiento, de bienvenida
Hoy te propongo que hagamos un viaje… sí, sí, un viaje.
Acomódate en un lugar tranquilo y apaga el móvil para que no te desconcentre, ten cerca de ti una libreta y un lápiz. Ahora, cierra los ojos.
Toma una respiración amplia y profunda, para soltar tus pensamientos o preocupaciones del momento. Inhala y, al sacar el aire, hazlo despacio, lento. Vuelve a inhalar y lleva tu mirada hacia el infinito… Ahora imagina que abres la puerta de una casa.
Así que la puerta se va abriendo, descubres un paraíso de colores, texturas, luces, olores… es como si todos tus sentidos despertaran a la vez. Observas hasta el mínimo detalle y disfrutas del momento.
Te sientes bien ¿verdad? Te gustaría seguir paseando por el resto de la casa, pero el recibidor te ha cautivado.
Respira profundamente y piensa qué familia puede vivir allí. ¿Quizás es una pareja joven, o una familia con hijos? ¿Qué trabajos crees que tienen? ¿Sabrías decir cómo disfrutan del tiempo libre?
Bien, ahora vuelve a respirar profundamente y abre los ojos. Anota en la libreta todo aquello que te ha llamado la atención, lo que más te ha gustado, incluso si percibiste algún aroma, si te transmitió alguna sensación o emoción.
Este pequeño ejercicio que hemos hecho es para enseñarte lo importante que es esta estancia y cómo a través de los sentidos podemos crear un paraíso, nuestro paraíso. Recuerda que la entrada nos recibe cada vez que llegamos a casa, y tiene que hacerlo cómoda, alegre y cálidamente. Refleja quiénes somos. Por ello es importante observar todo lo que allí se ubique. No compares el recibidor que has soñado, con el que tienes actualmente, no se trata de esto, sino de transformar tu vestíbulo para lograr el que anhelas, el paraíso que te da la bienvenida. Así que, adapta, moldea, construye. Y nada de zapatos a la vista, de chaquetas amontonadas o paraguas que no usas, no es el lugar donde acumular correspondencia ni propaganda.
Utiliza los 5 elementos para crear ese entorno agradable, confortable… el que te dará una cálida bienvenida cada vez que entres a tu hogar, a ti y a tus invitados.
Y no solo hacemos este cambio para que sea bonito y acogedor, lo hacemos porque el recibidor representa la entrada de la energía en nuestra casa, si la entrada es acogedora atraerás energía para iniciar nuevos comienzos, para tener abundancia en tu casa y en tu vida.
¿A qué ahora vas a mirar con otros ojos la entrada de tu casa?
