YOGA & fENG SHUI, mi yin-yang
Si has seguido los últimos post en Instagram sabrás que, a parte de ser consultora de feng shui, también soy profesora de yoga y, precisamente de ahí, nace esa vocación de acercar a las personas las técnicas para conseguir el bienestar en sus vidas a través de todo lo que nos rodea (feng shui) y de cómo nos sentimos y vivimos (yoga).
Esta integración entre el yoga y el feng shui la descubrí cuando leí la frase: “todo lo que hay en el macrocosmos, está en el microcosmos” o dicho de otra manera, el exterior es un reflejo de lo que hay en el interior y viceversa, es mi yin-yang. Por eso doy tanta importancia en mis clases de yoga a saber cómo nos sentimos y a aprender a conectar con nosotr@s. Con ese descubrimiento podemos ver que es lo que no fluye en nuestro entorno y desde ahí cambiar, tomar acción.
¿Verdad que a veces nos sentimos cansados, agotados, pesados…? observa si en tu entorno existen objetos cargantes (pueden ser unas pesas, un equipo de gimnasia, libros grandes y gordos, una figura u objeto de piedra, madera o metal, una fotografía de alguien sosteniendo peso o igual en la cocina tienes muchos alimentos de costosa digestión…). Esto no significa que tengas que desprenderte de estos objetos, sino que tienes que observar cómo ellos afectan a tus emociones, a tu día a día y con ello a tu vida, y así observando hallarás la clave.
Por eso, cuando realizo un estudio de feng shui de una casa, tengo en cuenta a las personas que viven en ellas, a qué se dedican, cuáles son sus objetivos en la vida, cómo se sienten, qué es lo que les “pesa”. A veces me basta con hablar con ellas para intuir cómo son sus hogares. Si quieres hacer un cambio, da igual si empiezas desde fuera haciendo feng shui o desde dentro haciendo yoga, al final todo tendrá un sentido, todo tendrá una armonía.