NO es lo mismo ...
Mientras desayunaba y disfrutaba de mis tostadas y mi bebida de avena con cacao en mi taza preferida, pensaba en la importancia de la preparación del escenario para poder deleitar el momento.
Para mí, uno de los encantos que tiene hospedarse en un hotel es el desayuno. Me encanta ver esas mesas tan arregladas, con diferentes tipos de vasos y tazas, con varios platos, con los manteles y servilletas a juego, bien almidonados y con ese olor a limpio, con los cubiertos dispuestos de manera protocolaria. Es un día especial, puedes desayunar lo que quieras, tranquilamente, gozando de la ocasión, charlando o leyendo o, simplemente, pensando en tus cosas.
Cuando llega, el fin de semana, en mi casita de la playa, me tomo mi tiempo y me hago mi particular desayuno. No es lo mismo que en el hotel, claro, pero la intención es idéntica. Quiero mi tranquilidad, mi espacio, complacerme con la disposición de la mesa y colocarlo todo bonito. Es mi momento, incluso para compartir con mi pareja, con mis hijos o con amigos. Por un instante todo se ralentiza .
No es lo mismo cuando, por las prisas, te tomas un café en vaso de plástico en la oficina, coges un bollo del office y te lo vas comiendo mientras acabas el informe o en casa tienes que tomarte el zumo de pie y con la chaqueta en el brazo porque se te escapa el autobús. No es lo mismo.
Así que te invito a que hagas un pequeño cambio, vuélvete un@ disfruton@ de tus momentos, ya sea en el desayuno, almuerzo, cena, hora del té o la merienda. Convierte uno de estos instantes en tu momento presente, transfórmalo en una pequeña práctica de mildfundes o momento zen que necesitas y crea el escenario para la ocasión.
Cuando nos cuidamos pasa eso, que todo se vuelve bonito, que tomamos conciencia del tiempo y del gozo de nuestros días. Por ello, animo a desayunar con la vajilla hermosa, a mantel puesto, con los cubiertos de plata, si cabe, sin olvidar tu taza favorita. Y verás como… no es lo mismo.
Estamos de acuerdo deleitar a conciencia una taza de café no tiene precio, puede ser un punto de inflexión para comenzar bien el día.
Esto se aplica igualmente a los desayunos que tenemos pendientes en ordena y armon.
iza
siii Claudia, nosotras también tenemos ganas de volver a compartir esos momentos. Los desayunos son mágicos y tenemos muchas cosas que contaros alrededor de una buena taza de té o café, como haciamos antes, todo volverá, paciencia.